miércoles, 16 de octubre de 2013

Lealtad peronista

En el día de la fecha y como Licenciada en Ciencia Política, no puedo evitar u omitir hablar de lo que para mi es un hecho histórico, un suceso que marcó un hito en la historia política- social argentina, para bien o para mal: 
El 17 de octubre se conoce como el día de la “lealtad peronista” porque -y para hacer una brevísima reseña como introducción, con la cual prometo intentar no aburrir a nadie- el entonces General Perón quien había iniciado una carrera política con el gobierno que asume en 1943 había conseguido generar algunas “molestias” debido a sus logros en materia sindical, producto del trabajo que estaba desarrollando en la Secretaria de Trabajo y Previsión Social (lo que hoy conocemos como Ministerio de Trabajo). Aquellos desagrados por parte de sectores más conservadores, que veían en la unión de jóvenes militares con los sindicatos y el poder mismo de los sindicatos como desestabilizantes de un gobierno y del status quo social hicieron que el Presidente de entonces (en 1945, Edelmiro Farrel) pidiera la captura de Perón, quien fue llevado a la isla Martin García.  Posteriormente trasladado al hospital militar desde donde observa la movilización de masas en su nombre.
Los obreros, muchos dicen llamados y organizados por Eva Duarte de Perón, acudieron voluntariamente desde rincones impensados del territorio a la plaza de mayo para pedir por Secretario de Trabajo depuesto. Lo que sigue es conocido por todos.
Este hecho causó una importante fractura, una escisión social que dividió aguas, lo cual sería en adelante propio, característico de la sociedad respecto a la figura del General y el partido peronista.
Digo que marcó un antes y un después en nuestra historia por esto, porque nació un nuevo partido, con una base muy amplia y firme que demostraba estar dispuesta a defender el espacio que había conseguido, los logros que había obtenido. El peronismo supo ver dos cuestiones básicas: un gran número de excluidos en busca de representación y la necesidad de canalizar la misma a través de un partido político. Sumó a ello ideología, una doctrina ideológica especifica con ideas fáciles de entender y aprender, lo que constituyó un nuevo paradigma social, político y económico.
Pudo instalarse como herramienta identificadora, con la cual aquellos excluidos de la vida política podían pensar y sentirse identificados. Generó ascenso social, posibilidad de escala en la pirámide social. Dio idea de derechos, en fin marcó a fuego muchas vidas y en esto para bien o para mal, me refiero a bien o mal percibido por los ciudadanos de aquel entonces porque estaban quienes ganaron en crecimiento, en posición de ascenso y quienes temían perder sus propias posiciones en función del avance de este nuevo movimiento.  
El surgimiento del peronismo, así como en su tiempo lo fue el del radicalismo –los dos partidos políticos de mayor extracción de nuestro país, hasta el momento-  fue un hecho que marcó un nuevo estado de cosas, un nuevo clima, un nuevo estado de situación, era un movimiento nuevo que venia a generar un reordenamiento social y en ese “reacomodamiento” había quienes iban a “perder” espacios y otros a ganar..
Desde aquel entonces a hoy, me pregunto, ¿Cuánto pasó por el Peronismo? ¿Cuántos gobiernos se sucedieron planteando ser el peronismo? ¿Son realmente peronistas? ¿Existen modificaciones, a modo de “actualizaciones” u aggiornamientos? ¿Cómo definir peronismo hoy? ¿el kirchnerismo es peronismo? La fecha nos da la oportunidad de preguntarnos y reflexionar sobre muchas cosas.
Muchas preguntas, muchas más respuestas, pero la pregunta que más me interesa responder hoy es ¿quién puede arrogarse el peronismo para sí? Creo que existen tantos peronismos como militantes peronistas, en función de entender que cada militante tiene su propia interpretación de las consignas vertidas por el General o por Evita. Cada militante del partido justicialista puede expresar saber, conocer, sentir y ser el peronismo, según lo que él mismo cree o siente de ese movimiento.
Si bien hoy en día vemos cada vez menos las imágenes del matrimonio, antes era una característica de cada acto, actualmente me parece ver menos la figura de Perón y de Eva detrás de los oradores en los actos políticos, sobre todo a nivel nacional, sin embargo se sigue cantando la marcha peronista y recordando estas fechas como símbolos de que se cumplió aquello que esperaba Juan Domingo de su organización, esto de ser superadora del hombre, trascendente, que lo sobreviva a pesar de su desaparición física.
Hay hoy una suerte de “peronismo sin Perón” quizás, bajo la idea de haber quitado la imagen del General de los actos como decía, pero su discurso aún está vigente y el partido que creó aún sigue siendo el que mayor cantidad de adherentes tiene en nuestro país.
Respecto a la lealtad, creo que el significado o los significados que podemos encontrar como 1. Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien. O 2. f. Amor o gratitud que muestran al hombre algunos animales, como el perro y el caballo (Fuente RAE) al momento de transpolarlos al símbolo del concepto pueden ser muy bien expresados haciendo referencia a la pregunta ¿Lealtad a qué? ¿Lealtad a quién? Con la visita de una referente del partido que tuvimos en nuestra provincia hace un par de días, la Dra. Camaño, y tras haberle preguntado personalmente al respecto, su respuesta me pareció interesante, porque me llamó a pensar en estas preguntas.
¿Se festeja el día de la lealtad a las consignas del partido, aquellas con las que nació? ¿A la figura del Gral. Perón? ¿A quién lleve al cargo de poder ejecutivo bajo la insignia del justicialismo? ¿O al pueblo al que se representa? La diputada nacional respondió esto último, la lealtad es del funcionario hacia el pueblo que lo ha elegido, al pueblo que como decía en otra oportunidad le da un voto de confianza, el honor de ser representante, el privilegio de estar en un lugar para ser la voz de quienes no podemos.  
El peronismo festeja la lealtad de aquellos militantes que buscaron y pidieron por el Gral. pidieron su liberación al tiempo que, torciendo la voluntad de quienes tomaban decisiones, lograron también el llamado a elecciones. El partido peronista festeja hoy, supongo, la lealtad de los militantes que defienden a conciencia el legado de la búsqueda de la justicia social. No el discurso del legado, sino el hecho, las acciones en post del legado.


Saludo a los agasajados en su día!

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