jueves, 7 de julio de 2016

La difícil superación del Frente Para la Victoria


La política debe volver a ser vista como servicio y no como privilegio, beneficios, corrupción.
En este dilema se encuentra hoy nuestro país, la sociedad enfrenta el acoso de las noticias que develan años de -cuanto menos- desidia del Estado, podríamos resumir culpas en la falta de control efectivo de las entidades correspondientes y el abuso de esta falla por parte de quienes tomaban decisiones sobre nuestros recursos. Hoy quien se sienta en el banquillo es el arco político en su totalidad, la justicia en buena parte. Por errores propios o condición de pertenencia, acción u omisión,  ninguno puede “salvarse”. La pelota se mancha.  
El “Efecto López” ha sido amplio, toca a los partidos políticos, a la iglesia, a la cultura política, pero básicamente nos golpea a la puerta de la reflexión social al respecto. ¿De qué nos reímos? ¿Por qué reímos?
Tomar con humor situaciones tan escandalosamente deshonrosas que además significan la distorsión de la calidad institucional de nuestro país en tanto saqueo impune del Estado,  no parece ser el camino correcto. Hay que discutirlo. Planteárnoslo con seriedad. No puede pasar como un hecho sin importancia y debemos reclamar para que se devuelva lo que nos robaron, pero más aun no dejar que esto se repita.
Estamos ante un escenario internacional complejo, con cambios que vienen a plantear otra composición política para el Reino Unido y quizás para la misma Unión Europea lo cual promete traer consecuencias para los demás países. La Crisis en Brasil puede dar idea de que estamos en una zona “poco atractiva” para los capitales que necesitamos. Por ello, las señales del gobierno nacional para “el afuera” son importantes. Por ello, la visita de Macri a Europa pensando en lla relación con la Unión Europea es importante.
Mientras, el “adentro” plantea también una instancia de necesidad de superación de lo que fue la gestión k. Desprenderse de la historia. Cargar las culpas sobre el kirchnerismo y continuar la vida. Por ello es que muchos analistas hablan hoy de FpV en pasado. El cada vez más reducido grupo de legisladores que subsiste no sabe por cuánto tiempo más lo hará y probablemente termine siendo absorbido por el PJ en su recomposición.
Eventualmente “el relato” se mantenga en lo ideológico, porque conquistó, pero el cambio de piel es en estas condiciones, necesario. Algo a lo que se resisten los defensores acérrimos casi enceguecidos de Néstor y Cristina. La misma ex mandataria sale al cruce intentando mostrarse como víctima de las circunstancias denunciando una supuesta persecución política de la que ella y sus ex funcionarios -obligados a ir ante la justicia a dar explicaciones- serian objeto.
Será difícil dejar atrás esa gestión de gobierno, lo demuestra el escenario en el que nos encontramos, conveniente sería asumir responsabilidades, enfrentar las sanciones pertinentes y seguir adelante.  No hay por qué dejar atrás las conquistas sociales, no hay por qué no sostener las luchas y defensas que se propongan socialmente, las validas, las que provienen de demandas reales y bienintencionadas. Se trata de entender que una gestión que carga sobre sus espaldas con denuncias que conciernan a buena parte de los partícipes de la misma debe dar explicaciones. Y que las mismas sean elocuentes, convincentes. Reales.  
Mientras Ella ante cada nuevo “descubrimiento” habla desde las redes, sostiene inocencia, desconocimiento, persecución, difamación, seguimos en una discusión que no tiene salida. Cada movimiento ante las causas en investigación  es planificado, se toma su tiempo. Se consolida el discurso y sale a bajar la línea a una militancia que aún no podemos medir cuanto más podría soportar. Por ahora sostiene y reproduce el relato conveniente, aunque se vislumbra la desilusión. Espera verla más, que hable más, que se expida sobre los casos que la mantienen como protagonista.   
Difícil es la superación de la gestión que llevó tres mandatos frente al gobierno nacional. Una que se resiste a reconocer la mínima responsabilidad, a pesar de las evidencias. Importante es recordar, reconocer y destacar en esta instancia que “la Patria” no es quien tiene el poder, la Patria somos todos. Y quien así  no lo entienda está destinado a caer tarde a temprano víctima de su propia arrogancia.


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