viernes, 17 de junio de 2016

Del “Que se vayan todos” a “Que caigan todos”: Una nueva reconfiguración política. "El efecto López"



La realidad supera la ficción y puede ser incluso más impresionante.

Los hechos de corrupción que salpican a la gestión K terminan ensuciando un ya vapuleado espacio político que con cada cimbronazo se ve obligado a reconfigurarse. Sus actores se reordenan en medio de la transición más compleja después de la del 2001, de cara a nuevas elecciones en 2017.

En un acto misceláneo de características cinematográficas, desopilante, increíble, atraparon a José López, ex secretario de Obras Públicas, con 9 millones de dólares. .

Se trata de un parlamentario del Mercosur, supo ser segunda línea dentro del Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Era quien manejaba buena parte del dinero para las obras y -según se dice- sería quien hubiera recibido los pagos de sobornos por las mismas. 

Alguien dice: esto sucedió siempre (coimas, sobreprecios de las obras públicas, beneficios a “amigos”), estos se pasaron y encima perdieron el poder que ostentaban. En vez de seguir desde las sombras plantean batalla abierta al nuevo gobierno que se refuerza desde la perspectiva de los errores de su antecesor. Un gobierno que parece haber entendido la lógica del poder que ostenta y empieza a hacer uso del mismo. La versión más fuerte que corre por estas horas respecto a lo ocurrido con López refiere a una entrega de la que formó parte la AFI (ex SIDE) la que recientemente fue beneficiada por el gobierno nacional con el regreso del secreto presupuestario.

Haya sido entregado o no, hablemos de los hechos, podríamos convenir que si bien las pruebas concretas acerca de la participación directa de Cristina Fernández de Kirchner en todos estos actos ilícitos que se van descubriendo no es determinante, siendo estas acciones llevadas a cabo por funcionarios tan cercanos, íntimamente vinculados a ella durante su gestión, al menos contribuyen a que se manifiesten como un cerco en donde se va viendo su situación judicial cada vez más complicada y la política es incierta.

 Uno podría pensar: no podrían haberse dado todos estos hechos en el desconocimiento de la Presidenta, sobre todo con las formas políticas de la ex mandataria y su marido que establecían un ejercicio de poder verticalista, radial, donde el punto central eran ellos y los demás contorno (accesorio conveniente, necesario) Pero quizás (sólo quizás) reste algún resquicio de beneficio de la duda y en función de ella podamos hablar de “inocencia” y creer por el contrario que López se movía con autonomía.  

Lo cierto es que hoy, la única que podía mantener unida a la tropa y ajustada a un relato, caminando por un sendero más sólido al menos –aunque a juzgar por los hechos, superfluo- ve su panorama obstruido por las causas que avanzan. Porque hoy sí avanzan, el poder judicial que es en muchos casos directamente funcional al poder político de turno, se volvió expedito en algunos procesos, aunque conserva cautela en otros. Los jueces federales se develan solidariamente responsables del contexto en el que nos encontramos y sin embargo las culpas no son asumidas.

Hoy no creo que ella haya jugado para Macri. Ella jugó para Scioli, pensó en que las bombas podrían explotar en la gestión de Scioli y quizás volver le seria más fácil. Jamás habrá creído que Mauricio seria su sucesor. Muchas veces se habló acerca de una mente maquiavélica que pergeño todo esto en función del regreso.. en política no es necesariamente peyorativo decirlo, denominar de esta forma una estrategia, mas allá de sus detractores Maquiavelo conserva un lugar especial dentro del ámbito. Aunque la ambiciosa obra de este autor que habla de una atrevida forma política no consigue ser tan creativa como parecería demostrar nuestra propia realidad, o lo que se sospecha fue la ingeniería practicada por la arquitecta egipcia.    
      
Quizás para la justicia no sea suficiente aun como para Procesarla pero a nivel social, que es una de las justicias más severas y elocuentes, una justicia que no va de la mano necesariamente con el órgano jurídico establecido para impartirla, a veces suele generar influencia a raíz de las presiones (sobre todo mediáticas) que ejerce, creo que hoy es la justicia social, la condena social de estos hechos lo que plantea una situación complicada para el kirchnerismo. Sin embargo la militancia parece soportar estoica los embates, quizás no consigan el regreso, pero como en la elección pasada si no la ganan, casi la empatan.

Oportuno fue el hallazgo en términos de estar en plenas negociaciones en el Congreso claramente, pero además en pleno intento por recomposición del propio partido (FpV). Fuertes eran los rumores de reuniones en post de la definición de un nuevo candidato que pudiera reconstituir la imagen, se hablaba concretamente de Cristina quien por estas horas debe estar pergeñando salir de este nuevo brete.

Rápidos para encontrar culpables y no verse más involucrados que lo que estima la opinión publica el bloque kirchnerista salió a despegarse de lo ocurrido con José López. El bloque salió a defender de alguna manera a de Vido (retrasaron su desafuero) y despegarse de las actividades de López -quien por estas horas también debe estar debatiéndose entre declarar y hablar de sus conexiones políticas o no hacerlo-.

Las evidencias parecen demostrar que la gestión de la década ganada llevó adelante un sistemático proceso de saqueo el Estado, que cobraban las coimas en efectivo y que ahora no saben qué hacer con ese dinero. Nada puede cambiar en un país acostumbrado a depositar el poder político en manos de una asociación ilícita, una banda organizada y dispuesta a ejecutar sus actos sin ningún tipo de miramientos. “Vamos por todo” a la luz del paso del tiempo se comprende mejor. 

El Frente renovador parece sacar varias ventajas en todo este contexto dada la imagen de Massa como alternativa de oposición en una situación crítica para quienes también desde el peronismo han sabido vincularse con López, personaje que hoy se vuelve por demás controversial, del cual todos quieren desprenderse. Muchos deben querer eliminar las imágenes que los vinculan.  

El estado de situación que deja lo ocurrido además de todas las bromas circulando por las redes sociales, satirizando los hechos, habla de una situación crítica para la política en general, mas allá de la visión acerca de la particular gestión de Cristina Fernández y de quien fuera su marido y antecesor, Néstor Kirchner.

En el plano político,  es claro que la escena agudiza la degradación del kirchnerismo a un punto que acaso ya no tenga retorno y abre un enorme interrogante sobre una eventual regreso de Cristina Kirchner a la esfera pública para competir en las elecciones del año próximo. Pero en política todo puede cambiar.

Para el Gobierno es una buena noticia porque le saca de agenda el tarifazo y los efectos más duros del ajuste. Pero a la vez, acelera el cambio de piel en el peronismo, que acaso llegue a las elecciones del año que viene con el kirchnerismo abatido, y eso lo vuelve un rival mucho más difícil.
No nos olvidemos del papel de los medios de comunicación, el cuarto poder, el que aun intenta delinear sus directivas para este proceso de transición que viene acompañando. También reconfigurando sus propios espacios, definiendo la línea política que puede acompañar en circunstancias en que tanto oficialismo como oposición acarrean sobre sus hombros pesadas causas.

Finalmente, “Muchos caciques” para una República que reclama verdaderos cambios para poder sanar.


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