Es bueno recordar las fechas que han sido hitos en nuestra historia como país, considero que tener memoria nos hace identificarnos, asumir identidad al mismo tiempo que nos da pertenencia y por qué no un de dónde venimos y hacia dónde vamos. Por supuesto, hoy los que esten en sus casas o quienes pudieron hacer un viajecito estarán disfrutando del feriado pero para aquellos que no saben por qué han tenido este dia de descanso me parece oportuno también hablar de la denominada “batalla de vuelta de obligado”. Este hecho histórico es recordado como feriado nacional a partir de la promulgación de la Ley 20.770, por la que el 20 de noviembre se declaró Día de la Soberanía Nacional, por iniciativa del historiador José María Rosa.
Para decirlo en términos muy sencillos: La Batalla de la Vuelta de Obligado se produjo el 20 de noviembre de 1845, en aguas del río Paraná al norte de la provincia de Buenos Aires, en un recodo donde el cauce se angosta y gira, conocido como Vuelta de Obligado, en lo que hoy es la localidad de Obligado (partido de San Pedro). Enfrentó a la Confederación Argentina liderada por el brigadier Juan Manuel de Rosas (1793-1877), quien nombró comandante de las fuerzas defensoras al general Lucio Mansilla (1792-1871) y a la escuadra anglo-francesa, cuya intervención se realizó bajo el pretexto de lograr la pacificación ante los problemas existentes entre Buenos Aires y Montevideo. Había una guerra civil en Uruguay a la cual intervino el Gobernador de BsAs a través del envío de tropas y armamentos a favor de Oribe, que se enfrentaba Rivera. Francia y el Reino Unido por entonces potencias mundiales sintieron que esta situación podía influir en su poderío en estas tierras, con lo cual decidieron intervenir.
Enviaron embarcaciones con pretexto de oficiar de mediadores, pero pronto se evidencio que la acción diplomática no era realmente la intención de fondo.. La Confederación se enfrentó a las dos potencias. Mas alla de los detalles, de las estrategias de guerra utilizadas por Lucio Mancilla, de Rosas y de la pérdida misma de la batalla, ya que como potencias ellos desplegaban tecnología y ciertos avances respecto a nuestra condición la batalla en si fue el puntapié inicial para la toma en cuenta del significado de Soberanía. Esta batalla ―pese a ser una derrota táctica― dio como resultado la victoria diplomática y militar de la Confederación Argentina, debido al alto costo que demandó la operación. Implícitamente, la resistencia opuesta por el gobierno argentino, obligó a los invasores a aceptar la soberanía argentina sobre los ríos interiores. Gran Bretaña, firma un Tratado en 1847 Francia un año más tarde. Estos tratados reconocían la navegación del río Paraná como una navegación interna de la Confederación Argentina y sujeta solamente a sus leyes y reglamentos, lo mismo que la del río Uruguay en común con el Estado Oriental. En términos analíticos esta fue la primer experiencia del -por entonces aun no conformado formalmente, sino hasta 1880 con la consolidación del mismo- Estado Argentino en incursionar lo que años más tarde y hoy sería reconocido como una Politica Exterior de nuestro país. Y fue además un atisbo de demostración de soberanía sobre nuestro territorio, sobre nuestras aguas, en este caso del rio Paraná. Política exterior que hoy puede ser comparada a la situación de Malvinas, al reclamo que hace nuestro país en términos diplomáticos respecto a la soberanía perdida pero reclamada y declamada. Salvando las distancias y diferencias que puedan surgir, por contexto y por años de historia como visagra de 1845 a 2013, invito a pensar en una comparación de momentos. Pensar además en la llegada la semana pasada, el miércoles 20/11 más precisamente, de un barco de pasajeros proveniente de Inglaterra que tenía como destino las Islas Malvinas, llegaron a puerto de bsas para abastecerse.. no hubo muchas precisiones o información al respecto. El grupo Quebracho realizo un escrache a quienes eran los viajeros en función del repudio a su llegada a nuestras costas, debido por supuesto a aquel reclamo no atendido, no escuchado por parte de quienes hoy y desde 1833 ostentan la ocupación de aquellas tierras. Se dice que el Gaucho Antonio Rivero, un peon decampo entrerriano, integró las fuerzas patriotas combatiendo a los invasores y algunos autores sostienen que murió valientemente en acción durante esta batalla, enuncio “se dice” porque existen ciertas controversias en función de las causas de la muerte de Antonio Rivero. Lo cierto es que existe legislación respecto a la llegada de embarcaciones de bandera inglesa, en Tierra del Fuego.. La ley conocida como "Gaucho Rivero" fue sancionada el 25 de Agosto de 2011 en forma unánime por los 15 legisladores provinciales. El texto de la normativa es el siguiente: "LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DE TIERRA DEL FUEGO, ANTÁRTIDA E ISLAS DEL ATLÁNTICO SUR SANCIONA CON FUERZA DE LEY: Artículo 1º.- Reafirmanse los imprescriptibles derechos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes como parte integrante del territorio de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur conforme lo estipula la Ley nacional 26.552. Artículo 2°.- Prohíbase la permanencia, amarre o abastecimiento u operaciones de logística en territorio provincial de buques de bandera británica o de conveniencia, que realicen tareas relacionadas con la exploración, explotación de recursos naturales, buques militares, dentro del ámbito de la cuenca de las Islas Malvinas sobre la plataforma continental argentina.
Todo parece indicar que es muy delgada la línea de nacionalismo, patriotismo e intereses compartidos, intereses contrapuestos.. Algunos podrán decir que tenemos un “falso nacionalismo” en función de levantar las voces en reclamo de nuestra soberanía sobre las islas, mientras permitimos el acceso de barcos de bandera inglesa para que busquen abastecimiento en nuestro territorio. Este es el planteo de hoy: ¿hasta dónde defender nuestros intereses, nuestra bandera, nuestra soberanía oponiéndonos a todo lo que tenga que ver con los ocupantes de nuestros territorios y hasta donde llega la conveniencia comercial o económica que nos hace recibirlos y darles aquel acceso, ese suministro? Me parece que es importante que tengamos esto en mente cuando reflexionamos y levantamos la bandera acerca de la lucha por las Islas Malvinas Argentinas.