Existe una amplia variedad de trabajos teóricos que presentan análisis especifico de los partidos políticos en general, de los partidos políticos argentinos en particular. Qué son, qué simbolizan, para qué sirven, qué representan. Son algunos de los cuestionamientos que nos hacemos los analistas sociales como iniciación en el análisis de los mismos.
Los Partidos políticos son espacios ideológicos donde
confluyen y se congregan personas que comparten la misma ideología, se vuelven
adherentes o militantes al mismo.
"Un partido político es una asociación de individuos unidos
por compartir intereses, visiones de la realidad, principios, valores,
proyectos y objetivos comunes, como alcanzar el control del gobierno para llevar a la práctica esos objetivos.
Es el encargado de presentar candidatos para
ocupar los diferentes cargos políticos. Para eso, movilizan el apoyo
electoral..
Agrega las preferencias de los ciudadanos,
forma gobiernos y establece acuerdos políticos en el ámbito legislativo."
Tiene funciones de identificación, lo fundamental para hablar
de representación. Se supone que detrás del candidato se encuentra una
estructura organizada que lo respalda y al cual el candidato debe respetar. El
apoyo y respeto es o debería ser un feedback, ida y vuelta.
Últimamente, desde los ’90 se habla de la crisis de
representación, una situación en la que la decepción y la búsqueda infortunada de un espacio donde -como ciudadano- me sienta realmente
identificado, donde me sienta escuchado y representado se da de manera permanente. "No consigo hallar un lugar donde me sienta cómodo o mejor aun, un discurso que
me convoque".
Es por esto también que se personaliza tanto una elección
tras otra.. "empiezo a buscar el candidato que bajo mi evaluación perceptiva lo
vea como “el candidato” el elegido.."
Crisis de representación: aquella dentro de la cual se cuenta además -y como anexo- toda una re-definición de los partidos en función de sortear de
alguna manera esta situación y no morir en el intento.
Lo cierto es que, crisis de por medio, en nuestro sistema
político formal el partido existe y tiene relevancia, un candidato tiene que
presentarse o ser presentado por el partido político no puedo como ciudadano ir
a una elección, presentarme con mi documento y decir estas son mis propuestas,
esto es lo que creo yo, voy a presentarme como candidato a… tal o cual cargo público.
El partido político es relevante en eso. A pesar de la crisis, uno puede identificar al candidato a través del partido político que además
tiene su propia historia detrás. Su estructura, su organización, su plataforma
sus propuestas su ideología. IDENTIFICA. Brinda un mínimo espacio de representatividad.
En el espacio legislativo los candidatos electos se
constituyen en bloques (bloques partidarios). Al momento de debatir, cada
candidato puede exponer su percepción del tema o cuestión a tratar, y uno puede
suponer que sostendrá una postura no muy alejada de lo que el partido político
que lo llevó a ese puesto (por supuesto a través del voto ciudadano) sostiene o
propugna a su vez. Esto, en teoría, es lo esperable.
En estos términos, ¿como plantear algo distinto a lo que el
partido apoya? ¿Cómo votar, en el caso de la toma de decisiones, algo diferente
a lo que el partido político que represento sustenta? Surge esta cuestión en
función de plantear un disparador, el elector, en este
momento si pudiera responderme al cuestionamiento: ¿Qué elijo cuando
voto, cuando emito mi elección? ¿Candidato o Partido o Ambas cosas?
Considero que la complejidad del razonamiento elector es tan
vasta que se vuelve un resumen caprichoso decir que el elector vota una sola
cosa. En mi decisión influyen infinidad de elementos, situaciones, factores que
pongo a consideración en mi fuero intimo e introduzco la boleta en el sobre.
Solo yo se y entiendo perfectamente por qué elijo lo que elijo. Pero el partido
político incluso en ese momento no pierde relevancia.
Por su parte, decir que el funcionario tiene que tomar
decisiones en el recinto a su modo es indicar que toda la estructura que lo
secunda o respalda no tiene relevancia. No importa.
Creo que la doctrina partidaria enseña y establece que el
funcionario que concurre a elecciones respaldado por el partido sostenga de
alguna manera mínima conexión ideológica con el mismo. Lo mismo sucede en el
caso de los frentes que se constituyen. Se supone que antes de la constitución
se sientan a establecer lineamientos los cuales se supone también deben ser
respetados como cualquier pacto/acuerdo, post elección.
Dentro de esos lineamientos las bases ideológicas mínimas se "aclaran" tras negociación, como para proyectar identidad después al momento de campaña y más adelante..
Dentro de esos lineamientos las bases ideológicas mínimas se "aclaran" tras negociación, como para proyectar identidad después al momento de campaña y más adelante..
Las teorías suelen ser muy idílicas, a veces suelen plantear
casi un plano paralelo a la realidad porque sabemos que en la práctica pueden
suceder situaciones no deseadas o no esperadas a través de la aplicación
teórica que intentamos hacer..
Lo que intento expresar es: plantear una nueva reflexión sobre
esto: ¿los funcionarios públicos tienen autonomía en sus decisiones o deben
acatar lo que el partido disponga?
Realmente creo que la autonomía decisoria no es lo mas
recomendable al momento de defender intereses públicos. Creo que como
funcionario el ciudadano espera que actue como lo indica la ideología del
partido que representa. Esto es: dar certidumbre al ciudadano.
Para ejemplificarlo mas claramente: Si yo voto a un candidato del partido obrero para que represente mis intereses dentro de un espacio de toma de decisiones, espero que éste no termine votando la venta de espacios públicos por ejemplo, que sería absolutamente contrario a lo que hubiera esperado que hiciera.
Para ejemplificarlo mas claramente: Si yo voto a un candidato del partido obrero para que represente mis intereses dentro de un espacio de toma de decisiones, espero que éste no termine votando la venta de espacios públicos por ejemplo, que sería absolutamente contrario a lo que hubiera esperado que hiciera.
Voy a entender que vota según doctrina partidaria porque de
alguna manera al momento de elegirlo lo hice pensando en el partido que
representa. Después nos quejamos de que no se respeta al partido político y
este intento por hacer que el partido político no importe contribuye a la
grieta, a la crisis de representación y la crisis de los partidos políticos.
Casos en nuestra
experiencia particular existen, Cobos con el no positivo en 2008, este año M.
A. Picheto con su aclaración del voto sobre el código civil. Son dos casos
extremos distintos, uno por no apoyar al partido y el otro por si hacerlo. La
pregunta que me hago y dejo abierta es ¿Cuál es el caso que Ud. como elector prefiere?
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